Ricardo Bada

Soneto escrito a los doce o trece años,
in memoriam de mi tío Antonio, muerto de 21

Moriste, y en la cárcel del retrato,
prisionera del Tiempo tu figura
quedó: para ventura y desventura
de quienes conocieron tu arrebato.

Yo no te conocí, pero constato
que tu vida fue breve, triste y dura,
y sin embargo fue rica y madura
e hiciste con la Muerte bien el trato:

moriste joven, desde joven moras
donde la nada es todo y todo es nada,
donde es eterno el paso de las horas,

donde calla la voz y está sellada
la puerta de las ansias delatoras,
y es lo mismo ser Dios o sólo Bada.

Soneto del 27 de septiembre de 1975,
últimas ejecuciones del régimen franquista (y que resultó profético)

De esta que llaman pobre piel de toro,
donde gobierna el perro de San Roque,
las balas y el garrote y el estoque
sañudamente celan su tesoro.

De esta piel descornada en el trascoro
del gran altar a San Birlibirloque,
se dice que su gente duerme roque,
soñando con el oro y con el moro.

La jauría de perros policía
repite con ladrido y mordedura
que al pueblo le conviene estar en Babia.

Pero el pueblo, a pesar de la jauría,
sabe que ningún mal cien años dura,

que muerto el perro se acabó la rabia.

Confieso que tu culo me obsesiona.
Belleza semejante no se halla
tan fácil. Su diseño de medalla
no es mi obsesión tan sólo: me emociona.

Culo es de Venus, culo de amazona,
culo que a cualesquier da ciento y raya:
preso en cárcel de tela que restalla
con el ansia de asir lo que aprisiona.

Calzón tuyo, mi amor, quisiera ser,
para constantemente acompañarte,
para constantemente acariciarte,

para constantemente aprehender
con palpable pasión, sin disimulo,
la perfección rotunda de tu culo.

Más sonetos:

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