Albert Guiu Bagés

RECORDADA REINA ANA MARÍA MATUTE

Las palabras, de duelo, por tu muerte,
negras, antónimas,
de ellas mismas cuando fluían de tu luz.

La literatura, de duelo, por tu muerte,
silenciosa, antónima,
de la piel de agua de inmortal elegancia que le regalaste.

Las horas, plañideras de duelo, por tu muerte,
tristes, antónimas,
de tu fertil productividad de profundidades del verbo.

La historia, ataviada de respeto, por tu muerte,
de riguroso oscuro de luto, antónimo,
del ejército de luciérnagas que nos mostraste.

La admiración, una bandada de lágrimas, por tu muerte,
aves devotas de tu profundidad, antónimas,
de las rebeldes excelencias de tu imaginación infinita.

La memoria, una mirada incapaz de olvidarte,
recordada Reina Ana María,
de alma inteligente, sensibilidad mirífica y literatura en mayúsculas.