XV Mostra Oberta de Poesia a Alcanar

La Mostra Oberta de Poesia a Alcanar és una trobada poètica que acull diverses tendències poètiques al voltant del Dia Mundial de la Poesia

diumenge, 31 d’octubre del 2010

Albert Guiu Bagés

Un grapat de cireres

Un grapat de colors,
alguns sols
existeixen
gràcies a tu,
i dins de mi.

Colors impossibles
de tan lluminosos
i bells i impossibles,
il·luminant màgicament
la memòria.

Com un quadre
de nenúfars
encisadors i captivadors,
flotant engrescats
sobre l'enèrgica sang
del riu de la vida.


L'amistat

Tots en tenim un grapat que reflecteixen el nostre cor
a les aigües de la nostra memòria,
que composa les felicitats i somriures
dels ressons que ens han fet ser humanitat.

Mirem els distints miralls dels nostres passos
i ens ennueguem perquè veiem unes altres cares,
molt més nostres que la nostra pròpia,
escoltem veus que res tenen a veure amb la nostra
i que s'assemblen més al nostre cor
que el so de les pròpies paraules,
que el concert del propi batec.

A voltes evoquem, mitjançant fotografies,
i se'ns posa un neguit de flors d'ametller
pels túnels dels nostres ulls
afamats d'estimades llunyanies.

A voltes cavil.lem mitjançant mirades closes
i desitgem tornar a les revetlles
de l'esplendor de les presències amigues.


A voltes hi tornem amb abraçades fugaces
i consistents com el cop d'una poma
al caure als sòls de la nostra sensibilitat,
demostrant la llei de l'amistat.


Tres preguntas para Miguel Hernández

¿A dónde va la muerte?
¿De qué color son sus alas?
¿Qué forma tiene su pico?

Una voz que no tiene muerte,
responde desde el fondo de una tierra
enriquecida por las sensibilidades
que han leído las magias
que habitaron el corazón de esa voz:

La muerte va a la vida,
sus alas son noches sin luna,
su pico un rayo que no cesa.

Juan González Soto

Hacia Xemaá-El-Fná



la caricia salada del viento
nubes vagabundas
la calle hormigueante
caminar, caminar, perderse en la ciudad
topar con transeúntes
avanzar cegado por el reverbero de muros enjalbegados
rostros, rostros, espaldas repetidas
calor mitigado por soplos de brisa
alfombras, pieles de cordero y de cabra, tintes
cuerpos tersos y limpios
floración de pezones, hendiduras estrechas y húmedas
el flujo turbulento de la sangre
caderas ondeantes como dunas
almacenes de tejidos, calles en zigzag
miradas, la música punzante de la plaza
calles abiertas y cerradas, monedas
ciudad en su ajedrez de cruces y bifurcaciones
senderos intermitentes, cabalgata sin fin
bullicio delicioso, dormitar entre tumbas
humano riachuelo, el desierto azul, el océano

diumenge, 24 d’octubre del 2010

José Ángel Hernández Sánchez


Teresa Domingo i Català

El mar aquieta velas a la sombra del mástil,
el mar aquieta sombras en la vela del mástil,
en la vela del mar el mástil y las sombras.

Sereno el mar en sombras en la noche cerrada,
encerrada la noche brilla la plata mar,
encerrada la plata brilla la noche mar.

Jazmín que entreabre hojas pétalos de marfil,
rosa que entreabre hojas pétalos de rubí,
clavel que entreabre hojas pétalos de coral.

Pétalos se derraman desertizan el fuego,
el coral se derrama desertiza claveles,
el jazmín se derrama desertiza marfiles.

Tú vienes con el ramo y con tus manos blancas,
negro de madrugada nocturno y alevoso,
y me miras en ciernes y con tus manos blancas.

Me miras y no ves el negro de tus ojos,
el verde de mis ojos las llamas de tus ojos,
el iris de tus ojos pupilas irisadas.

Luna mengua en tus manos luna mengua en las mías,
mis dedos de crisol son agua y desvanecen
la luna de tus manos y el iris de las mías.

Los jardines se incendian en un pulso de abril,
y vaga la doncella y busca la acrobacia
mas las princesas mueren con el himen intacto.

Y nieva en los castillos los copitos en llamas,
esa nieve flamígera que asusta las montañas
y se convierte en río río lleno de ámbar.

La corriente se escapa resucita en jardín,
esmeralda de fuego que visita la piedra,
en el arduo penar del incendio del árbol.

Cariátide de hielo sombra gris plateada
amante de una obscena y sin embargo blancura
que deslíe sus naves cuando hierven las nubes.

Y con todo es el mar y la sombra en que vive,
y el mástil que despunta con el viento en las velas,
y la noche serena que reluce en la plata.